El profesional señala la importancia de las redes en Salud y pone en valor su buen funcionamiento en el país durante la pandemia.
Con la mirada puesta en la gestión de la Salud, el médico Sebastián Bideberripe no duda a la hora de afirmar que las redes cumplen una función primordial y deben ser tenidas en cuenta tanto por funcionarios como por los profesionales de la salud.
Como ejemplo de esta cuestión, Bideberripe hace referencia a lo sucedido en Argentina durante la pandemia. “Si no hubiera existido un sistema interconectado, interministerial como el Consejo Federal de Salud (COFESA), en el que hablan todos en la misma paridad, y la rápida respuesta de sectores como las ONGs, la Cruz Roja, y los privados, todo habría sido más difícil”, advierte y destaca que “se articuló con áreas de infraestructura y se armaron hospitales de campaña en tiempo récord. Esa capacidad solamente te la da un sistema de red muy bien conformado”.
En ese sentido, el médico señala que hasta “los mejores sistemas de salud del mundo colapsaron” y remarca que “nosotros no tuvimos que vivir esa experiencia porque rápidamente las redes de salud y los ministros que son cabeza en las provincias, comandados por una decisión política, tuvieron la capacidad de resolver, no se quedaron esperando, salieron a multiplicar las camas de terapia intensiva, a acondicionar los hospitales”.
Otro de los avances que puso de manifiesto la pandemia, según Bideberripe, está vinculado con las nuevas tecnologías que permitieron acortar las distancias en un país extenso como Argentina y sostener la atención en momentos de aislamiento social obligatorio. “Las nuevas tecnologías fortalecen las redes en salud, por ejemplo, el desarrollo de la historia clínica digital, poder tratar a un paciente por videollamada o por chat, todo eso mejora la gobernanza de salud a nivel nacional, provincial y local”, subraya.
Sin embargo, Sebastián advierte que las redes en Salud pueden tener problemas si quienes comandan no logran ser empáticos. “Si un hospital nacional no tiene una red bien articulada con un hospital de segundo nivel y con atención primaria para la derivación de un paciente infartado, por ejemplo, la consecuencia puede ser un fallecimiento, pero eso tiene que ver con la empatía de quienes conducen cada uno de los niveles”, explica.
Y agrega: “Tenemos que articular con el director del hospital de segundo nivel, con el secretario de salud local, con el sistema privado, porque el paciente es uno, y posiblemente el sector privado un día no puede resolver una situación y la puede resolver el sistema público, por eso es una red”.
Por último, Bideberripe plantea la necesidad de vincular el tema de las redes con la formación profesional. “Creo que las universidades tanto de medicina como de carreras vinculadas a la informática y a lo social deberían tener una materia sobre redes, no solo redes de salud, sino redes en todo concepto porque la Argentina es tan enorme y tiene tantas necesidades que no solo hacen falta redes en salud sino en todo”, concluye.